martes, 11 de mayo de 2010

LA ÉPICA Y EL FÚTBOL

Exagerar las imágenes de fútbol hasta darles dimensiones épicas, históricas o galácticas es una estrategia que enardece a las masas y, sobre todo, vende.
La cosa empezó con un partido de fútbol en el anfiateatro de El Djem (Túnez), lo disputan el Bien (los futbolistas, claro, los guapos, los que no hacen trampas) y el Mal (los terribles demonios que quieren destruir el bellísimo fútbol):


Aunque sea mezclando época históricas, estos futbolistas-gladiadores quieren ser paradigma de valor y justicia: vencen con simpatía a unos abusones guerreros medievales y rescatan los refrescos de un pueblo indefenso.


No sé si estoy siendo demasiado irónica. El caso es que vemos ya una evidente metamorfosis de futbolista a gladiador y de estadio a anfiteatro en los últimos anuncios de televisión:

VÍDEO EN RTVE.

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